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martes, 29 de septiembre de 2009

Un Recuerdo de Sevilla

Hace ya tiempo que sucedió todo esto, hace como 5 años, pero todavía la recuerdo como si fuera sido hace una semana y es que cuando llega la feria, vuelve a resurgir en mi ese momento.

Todo empezó saliendo un viernes por la tarde, era feria, las calles estaban abarrotadas de personas, la música hacia que te movieras por puro instinto. Todo el mundo se divertía, bebía y bailaba. Hacia calor por lo que el alcohol bajaba rápidamente por nuestras gargantas secas. Llegamos al medio del bullicio rodeados de cientos de personas mis amigos y yo conseguimos hacernos un hueco, mientras uno de mis amigos, Jaime, fue a una de las barras de la caseta a pedirnos algo de beber. Seguimos bailando y bebiendo cada vez mas, era una tarde genial.



Miraba a todos lados veía chicas por doquier, vestidas con minúsculas prendas y manchadas de tinto o rebujito, chicos sin camisetas empapados en sudor revoloteando sobre ellas y rozándose sin compasión. Estábamos ya un poco contentos, alegres de mas diría yo, cuando fui yo el elegido para ir a por la bebida a la barra, me tocaba a mi invitar. Me alejé de ellos, pedí las copas, dos en cada mano y me volvi de nuevo al grupo que me esperaba impaciente, pero cual fue mi sorpresa cuando me encontré con un grupo de chicas hablando con ellos. Jaime hizo las presentaciones, al parecer era un grupo de amigas de la universidad. Entre todas las chicas que había, solo una llamo especialmente mi atención, no me pidan ahora que recuerde su nombre porque es algo que si cayó en el olvido, sé que es de Sevilla, una morenita de pelo y piel preciosa, mas bajita que yo, una mirada totalmente felina y unos ojos cautivadores. Se unieron a nosotros y estuvieron alli bailando. Entre risas, alcohol y los bailoteos, la cosa se estaba animando. Las chicas eras muy divertidas, y todos bailábamos con todo, aunque yo tenia los ojos clavado en la sevillana. En uno de los bailes se colocó detrás de mi ella, me cogió por la cintura y comenzó a levantarme la camiseta mientras todas ellas gritaban: "Más, más, más", cuando llegó a la altura de mi pecho, mis manos agarraron las suyas, la volteé y la puse delante mía. Ahora fui yo quien quise devolverle la "bromita", así que le fui subiendo la camiseta y ella en vez de oponer resistencia alguna, se pego contra mi, su minifalda quedo casi ajustada en mi pantalón, sus manos se levantaron y comenzó a contonearse para mi deleite. Cuando llegue a la altura de sus pechos ahora ellos gritaban : "ohhhhhhhhhhhhhhhhhh". Mis manos acariciaron la parte baja de su sujetador y yo comencé a empalmarme inconscientemente y ella lo tuvo que notar, puesto que reclinó su cabeza contra mi, me miro y me dijo : "MmmmmmmmmmM". Entonces me detuve, yo tenía novia, estábamos en mitad de una feria, no quería...bueno si, pero no expuestos de esa manera así que me contuve, retire mis manos. Ella se giró, me agarró a la cintura e intentó besarme. Yo intentando mantener la compostura, giré la cara, lo que ha ella le sentó fatal.

- ¿Que haces?- me dijo indignada.
-Lo siento, es que tengo novia- le contesté
- pero, ¿esta aquí?
- No, pero es que tengo unas reglas que seguir.
- ¿Reglas?
- Si, regla número uno, no folles con ninguna chica, si no esta mas buena que tu novia.
-¿Como ???¿Que fuerte!? ¿Quien te ha dicho que te yo queria follar !!?
- Es mi regla número dos, no te lies con nadie que no pueda llegar hasta el final... osea a follar.
- Jajajajajaja, pero yo estoy mas buena que tu novia, por que he conseguido levantar a tu "soldadito"- me dijo burlonamente.
- Eso es algo que tienes que descubrir por ti misma.

Entonces me lanzó una mirada atravesadora,pícara y juguetona al mismo tiempo, comenzó a bailar conmigo, ahora estaba mas provocativa que antes, se pegaba totalmente a mi, separaba sus piernas y se restregaba en mi pierna. Me miraba, sonreía, se iba, tonteaba y luego volvía otra vez. Incluso una vez se tiró al suelo, se sentó mirándome y se abrió un poco de piernas por la simple razón que se le había desabrochado un zapato.




Estaba poniendo realmente cachondo, mi polla estaba disfrutando como nunca. En el grupo ahora cada uno iba a su rollo, algunos se había perdido entre la multitud otros estaban liandose con alguna, y yo allí aguantando una y otra vez las arremetidas de la sevillana. Y en eso que en una de las ocasiones me dice :

- "Voy a mear,¿me acompañas?"
- mmmm, bueno, vale.

Pero en ese momento una amiga suya, que no se si estaba al tanto de asunto, interrumpió y dijo:

- "Ey yo también me estoy meando, así que vamos las dos juntas"
- "Bueno, en ese caso, yo os esperaré aquí"- dije con una mezcla de resentimiento y alivio.

Aproveché ese momento que se fue, para ir y pedirme otra copa, así cuando llegue al grupo, ella ya estaba de nuevo allí con la amiga. Se acercó de nuevo y me dijo:

-"uis, menos mal, pensaba que te habías marchado, seria una pena"
-"no, solo he ido a por una copa"
-"oye por que no vamos y me invitas a una"

Asi que me cogió de la mano, y yo la guié de camino hacia la barra. Cuando estábamos bastante separados del grupo, me dió un tirón fuerte y cambio la trayectoria que llevábamos:

-"Vente vamos por aquí"

Yo le seguía, quería ver donde me quería llevar, andamos unos pocos metros mas, entramos en callejón, cada vez nos alejábamos mas de la feria. Zigzagueamos entre los coches aparcados, hasta que llegamos a unos bancos de madera:

- "Vamos a sentarnos ahí, que creo que estoy un poquito mareada"

Nos sentamos aún cogidos de la mano, ella me miraba, colocó ambas piernas de las mias, me agarró por el cuello y sin apartar la vista de mi me besó. Yo paré, recupere unos cuantos centrímetros de su rostro y le dije:

-"Espera...recuerda la que te dije"
-"Lo sé... toma para tí"

Se llevó su manos hasta un bolsillo de su minifalda, sacó algo engurruñado de allí y me lo puso en mi mano. No pregunté, tan solo abrí mi mano y mire un poco desconcertado...era su tanga, un tanga rojo, el cual le había visto alguna vez que otra mientras bailaba. Entonces, la miré, me sonrió y comencé a besarla, mientras mi mano acariciaba su pierna e iba subiendo. Quería comprobar que de verdad no llevaba la ropa interior. Mis dedos se deslizaban entre sus muslos, y sus besos se hacían cada vez mas apasionados hasta que llegé a su húmedo coñito, entonces dejo de besarme durante un instante para lanzar un gemido en mi oído.

-"mmmmmmmmmmmmmmm"

Seguí tocándola un rato, jugando con mis dedos,entrando y saliendo, mientras ella aprovechaba para abrirme la cremallera del pantalón y sacar mi polla entre sus piernas. Comenzamos a masturbarnos lentamente, su mano subía y bajaba con delicadeza, utilizaba la puntas de sus dedos para recoger cada gota que soltaba, por el placer que estaba teniendo, para restregar la por mi capullo. Estábamos muy cachondos, no se si fue el alcohol o el calentón que teníamos, pero nos daba igual ya todo, incluso había momentos en que había gente que pasaba a pocos metros de nosotros, pero nosotros ya estábamos en otro mundo. Ella jadeaba muchísimo, me mordía el cuello con pasión. Creo que estaba apunto de correrse, así que paré de tocarla y le dije al oído:

- ¿Recuerdas la regla número dos?
- Si... por supuesto.

Se levantó del banco, se puso delante mía y fue colocando encima mía, cara con cara. Cuando dejó de apoyar su pierna, se dejó caer encima mía, mi polla resbaló y se clavó entera en su caliente coño, ella gimió, me abrazó, coloco sus manos en mi espalda y se abalanzó sobre mi cuello para intentar contener los gemidos de placer.



Juro por dios que casi me corro nada más meterla, no se si por el alcohol o por el morbo que me daba toda esa situación. La cuestión es que yo la cogí del culo, la levanté entera un par de vez, clavándome mi polla hasta partirla de gusto y a la tercera vez, nuestros gemidos de placer se ahogaron unos con otros. Ambos nos quedamos inmóviles, solos nuestros miembros descargándose uno con otro se movía. Podía notar como mis chorros de semen iban invadiéndola y como su coño se contraía dándome unos golpes que acrecentaban mi corrida. Así nos quedamos durante un par de minutos, hasta que nuestra respiración llego hasta la normalidad. Luego se levantó de encima mía, y pude notar como ambas corridas le chorreaban por la pierna, se apartó hacia un lado y me dijo:

-"me prestas el tanga que te dí"

Lo saqué y se lo, mientras me guardaba la polla o lo poco que quedaba de ella. Se limpió con el tanga recogiendo todo los fluidos, los olió y me dijo:

- "Toma quédate lo tú, para que tengas un bonito recuerdo de Sevilla"



Yo me reí, me lo guarde en el bolsillo y volvimos de nuevo con nuestro grupo. La cosa siguió asi sin mas. Luego ella se marchó y desde entonces no la he vuelto a ver ni a saber nada de ella.
Pero hoy en día, todavía conservo el regalo que me dejo de su tierra, un regalo que cada vez que llega una feria me hace recordar.

9 comentarios:

ainm dijo...

No pares, sigue...
Sigue escribiendo así de bien :P

Besicos.

Maya dijo...

mmmmmmmmmm pero una cosa todos estos relatos son veridicos? ..son una pasada me ponen verdaderamente enferrrma arff xd

besos

Juliette dijo...

No podría haberte hecho un regalo mejor.

Eco dijo...

@Maya te puedo asegurar que este si es verídico 100%. De echo tengo todavía la prueba :P

Gerardo dijo...

Eh que weno se está poniendo todo esto.

Vuelvo a leerte, porque perdí la dirección de tu blog... jeje

Al final que decidiste: Dr Jekill o Mr Hyde?

Yo siempre Dr Jekill... x algo elegi ser Dostor Xes.

Alexa dijo...

me puso a cien...
ay que bonita experiencia
ey no le pediste su numero de movil
o direcion mail
algo
si deseabas verla de nuevo.
en fin
sigue sigue escribiendo
un abrazo.

RROCHII90 dijo...

Sin palabras..

beso

Ro
PD: que me quisiste decir en el blog con tu firma? salu2

Luna dijo...

Los recuerdos siempre son buenisimos, y más de ese tipo!

Me ha fascinado tu relato, el puro morbo de pensarme en la situación y sentirme observada por la gente que pasa... Riquisimo!

Besos

Anónimo dijo...

Ola, what's up amigos? :)
I will be glad to receive any assistance at the beginning.
Thanks in advance and good luck! :)